De nuevo aquí tras dos años sin actividad del blog, os ofrezco un nuevo muerto ilustre.
CALÍGULA
Cayo Julio César Augusto
Germánico fue uno de los más desquiciados emperadores que gobernaron Roma. Era
hijo del general Germánico, hijo adoptivo del emperador Tiberio, y logró ser
nombrado sucesor al imperio junto con Tiberio Gemelo, nieto del emperador.
El sobrenombre de Calígula, que
significa “botitas” se lo pusieron los legionarios bajo el mando de su padre
dado que solía calzarse las caligas o botas militares cuando acompañaba a su
padre en las campañas de Germania.
Calígula se deshizo de su primo
de inmediato y comenzó a gobernar inicialmente con una buena gestión, que fue
viciándose con actitudes cada vez más excéntricas y violentas, fruto de una
grave enfermedad que padeció debido a los excesos que cometió tras convertirse en emperador. Podría
tratarse de epilepsia según algunos cronistas sumada a largos episodios de
insomnio.
Así se conoce como mandaba
asesinar a todo aquel que se opusiera a la mínima decisión que tomara, o como
expandía su megalomanía ordenando construir una estatua suya en el templo de
Jerusalén.
En cierta ocasión en la campaña
de Britania ordenó a sus tropas recoger conchas en lugar de atacar a los
britanos al considerar que ese era el tributo que Roma debía recibir.
Su extravagancia le llevó a
considerarse a sí mismo como un dios y ciertas fuentes refieren el final de su
mandato como de extrema crueldad para con su corte, actos incestuosos, escándalos
sexuales con sus súbditas, asesinatos por pura diversión, provocar hambrunas al
gastar los fondos estatales en caprichosas obras, e incluso se cuenta como real
el intento de nombrar a su caballo Incitato cónsul y sacerdote.
Todas estas acciones desencadenaron
conspiraciones que provocaron la definitiva muerte de Calígula a manos de su
propia guardia pretoriana, al parecer con el apoyo del senado y gran parte del
ejército, pero provocada por el maltrato del emperador al jefe de la guardia,
Casio Querea, al que insultaba frecuentemente tildándolo de afeminado e
incompetente.
El 24 de Enero del año 41 los
pretorianos abordaron al César en unos juegos teatrales y lo apuñalaron sin que
sus guardaespaldas germanos lo pudieran evitar.
Suetonio en su “Vida de los doce
césares” narra este episodio:
“Querea, colocado a su espalda,
le hirió violentamente en el cuello con la espada, gritando: ¡Haced lo mismo! y
en el acto el tribuno Cornelio Sabino, otro conjurado, le atravesó el pecho.
Pretenden otros que Sabino, después de separar a todos por medio de centuriones
que pertenecían a la conjuración, había, según costumbre, preguntado a Calígula
la consigna, y que habiéndole dicho este Júpiter, exclamo Querea: Recibe una
prueba de su cólera; y le descargó un golpe en la mandíbula en el momento en
que volvía la cabeza hacia él. Derribado al suelo y replegado sobre sí mismo,
gritó que vivía aún, pero los demás conjurados le dieron treinta puñaladas. La
consigna de estos era ¡Repite!, y hasta hubo uno que le hundió el hierro en los
órganos genitales. Al primer ruido acudieron a auxiliarle sus porteros con los
bastones, así como también los soldados de la guardia germánica, que dieron
muerte a varios de los asesinos, y hasta a dos senadores inocentes del crimen.”
Calígula fue enterrado en una
cripta construida por su sucesor Claudio en el mismo lugar donde fue asesinado,
bajo la casa del emperador Tiberio en la colina del Palatino, lugar que ha sido
recientemente descubierto por el departamento de cultura del ayuntamiento de
Roma.
Imagen de la casa de Tiberio, en cuyo suelo está la cripta de Calígula.
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